Humanidad
Estos días los telediarios parecen un eterno muro de las lamentaciones que, en realidad, no llevan a ninguna parte. Puesto que, si la sociedad no se toma en serio su responsabilidad civil y las autoridades no hacen cumplir las normas a rajatabla, vamos a seguir empeorando. Y, ciertamente, no hemos visto muchos signos positivos de que la gente haya tomado conciencia de que, si al menos un 70% de la sociedad no cambia de actitud, vamos a ir a peor. Igual que las vacunas. No basta con que una minoría sea responsable: hemos de ser mayoría.
La autoridad competente no ha demostrado ser tan competente puesto que seguimos sin paliar la falta de sanitarios que trabajen en condiciones seguras y dignas y sin poner sanciones ejemplares a quienes no cumplen con lo establecido. La crispación política que vivimos no ha ayudado en nada a este problema, a pesar de algunas tímidas voces de varios parlamentarios de partidos opuestos que se han alzado en contra de su mal ejemplo. El problema es el mismo: son solo algunos, pero no todos. Y ahí sí que se pide una mayoría ejemplar total.
En esto, el Gobierno, que dice con razón que su coalición tiene opiniones discrepantes, pero actúan con una sola voz, debería aplicar esta misma norma al conjunto de las Cámaras. En España tenemos 17 normas diferentes que si las unimos al resto del mundo son miles de normas repartidas entre Estados y regiones, sean federaciones o no. Lo único universal es el interés irracional por salvar una economía de ganancia muerta y que no puede resucitar a base de distorsionar la realidad.
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